El pasado 2010 ha sido un año convulso para la música contemporánea española. La desaparición del CDMC (Centro para la Difusión de la Música Contemporánea) como unidad de producción independiente, quedando absorbido por el nuevo centro creado por el INAEM, el CNDM (Centro Nacional de Difusión Musical), ha generado no pocas incógnitas sobre el futuro del apoyo institucional a la creación actual.
Sin embargo, hasta el comienzo del año ha imperado el silencio en el “sector” y, salvo algún germen de debate distribuido a través de correo electrónico, no se habÃa hecho pública ninguna iniciativa que permitiese escuchar la voz de los interesados, en especial de los más afectados por la decisión del Ministerio de Cultura, se entiende, compositores e intérpretes especializados en la creación actual.
Pues bien, los Reyes Magos parecen haber traÃdo el regalo en forma de blog (http://musicacontemporaneaenespana.blogspot.com). El “padre” de la idea ha sido Bertrand ChavarrÃa-Aldrete, el director artÃstico de SMASH ensemble, una de las formaciones actualmente más activas y comprometidas del ámbito de la música contemporánea en nuestro paÃs. Una iniciativa que entendemos necesaria dada la envergadura del problema, que no parece circunscribirse a la desaparición del único centro nacional público especializado en música contemporánea, sino que -según se observa ya en las opiniones de los autores que han iniciado el debate- transciende hacia cuestiones de mayor calado, que alcanzan el papel social de la música en un contexto en el que la actividad artÃstica aparece como objetivo a batir, condenado a ser sustituido por el producto de Ãndole exclusivamente comercial.
Desde nuestra publicación, felicitamos la iniciativa, que esperamos y deseamos que sirva no sólo para articular la protesta -por muy justificada que ésta pueda estar- sino para contribuir a la generación de un auténtico y productivo debate en torno a la actividad artÃstica musical, que permita dar soluciones viables a las diversas incógnitas que los últimos tiempos parecen traer. Y si este debate se extiende y complementa con cuestiones de orden estético (o al menos se puede vincular con éstas), los resultados serán indudablemente más enriquecedores y seguramente permitirán ir vislumbrando luz en el horizonte.
Referencias
Etiquetas:Contemporánea, Música y polÃtica, PolÃtica cultural
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