El próximo octubre dará comienzo la primera edición del Posgrado en Sonología que convoca el Centro Supe-rior Katarina Gurska, un conservatorio privado ubicado en Madrid que está reconocido por la administración autonó-mica para impartir los grados elemen-tal, profesional y superior de música. En este contexto hemos querido preguntar a los directores de estos estudios de posgrado, Alberto Bernal y Sergio Luque, sobre cómo han planteado este curso pionero en la materia.
Alberto Bernal y Sergio Luque son dos compositores altamente experimentados en el terreno de la creación electroacústica, el arte sonoro y todas las derivaciones que se pueden encuadrar dentro de la denominación “sonologia”. De todo ello conversamos con ambos.
Lo primero que pasa por la cabeza al ver el planteamiento del posgrado en Sonología Aplicada a la Creación Musical que váis a impartir en el CSKG (Centro Superior Katarina Gurska), es cómo no existía ya algo así en Madrid (algo más adelantados iban en Barcelona, con todo lo que se ha ido haciendo desde la UPF). Da la impresión de que hay una tendencia a seguir en esa constante anacrónica, en cuanto a formación superior se refiere, que nos lleva a sorprendernos ante cosas que deberían haber estado aquí ya hace bastante tiempo…
ALBERTO BERNAL: Es cierto que hay un vacío en este sentido, así como una considerable demanda. Consideramos que existía la necesidad de poder cursar un plan de estudios oficial en sonología, y todo lo que, de manera más o menos redundante, asociamos directamente al término: composición con nuevos medios, electroacústica, música algorítmica, composición interdisciplinar, instalaciones sonoras…
SERGIO LUQUE: Y pensamos que era necesario un planteamiento orientado hacia la creación musical. Una aproximación que partiera de las necesidades reales de los creadores, de sus requerimientos tanto teóricos como prácticos.
A.B.: En cierto sentido, es un paso natural y necesario hoy en día que un centro musical ofrezca algo así.
Al hilo de este mismo asunto, da la impresión de que en muy poco tiempo observamos cómo empiezan a florecer estudios superiores de música en muchas universidades y centros superiores. Y en el terreno de lo que llamamos “sonología”, también se está produciendo una oferta apreciable, y que da la sensación que podría ampliarse en poco tiempo. ¿Hay “mercado” o pensáis que existe algún peligro de sobredimensionamiento? (obviamente, no os pedimos un análisis en profundidad, sino únicamente vuestra percepción desde una perspectiva en la que seguro que este aspecto está sobre la mesa).
S.L.: Hasta el momento, nos parece que todas las opciones de estudios alrededor de música y tecnología que hay en España tienen programas, enfoques y prioridades muy diferentes entre sí. Al mismo tiempo, Alberto y yo llevamos varios años dando clases y talleres sobre estos temas y no deja de sorprendernos el gran número de personas interesadas por conocer más sobre las posibilidades creativas abiertas por las nuevas tecnologías. Estas personas suelen tener edades y perfiles de lo más variado, por ejemplo: compositores — tanto de formación académica como autodidacta —, músicos experimentales, artistas sonoros, intérpretes de música contemporánea, improvisadores, ingenieros de sonido, etc.
Entrando en materia sobre el posgrado, ¿cuál ha sido el planteamiento de partida? Es decir, al diseñar un proyecto así, ¿cómo se aborda un programa tan amplio, dirigido a un alumnado de intereses que pueden llegar a ser muy diversos? ¿Cómo se sistematiza el estudio de algo tan disperso y de tan difícil acotación?
S.L.: Nuestro planteamiento de partida fue crear un posgrado con la combinación de disciplinas que consideramos más interesante y provechosa para los diferentes tipos de perfiles que están interesados en el acercamiento a la creación musical comprendido por la sonología. Este acercamiento concierta el conocimiento de música, acústica y tecnología para la elaboración de música instrumental o electroacústica, improvisación con nuevos medios, instalaciones sonoras, etc. Pensamos que la forma de abordar este programa es enseñando, de manera sistemática y didáctica, el uso de las herramientas teóricas y técnicas necesarias para el trabajo creativo en estas áreas; herramientas como: composición algorítmica asistida por ordenador, estética, fundamentos físico-matemáticos de la música y del sonido; lenguajes de programación para la creación de audio digital (Max/MSP y SuperCollider); técnicas de grabación para diferentes contextos.
A.B.: Para ello hemos buscado los docentes que nos parecían más apropiados en cada una de las áreas del posgrado: junto a nosotros dos estarán también Juan Carlos Blancas (muy conocido dentro del mundo de las grabaciones de campo) para la parte relacionada con las técnicas experimentales de grabación y postproducción en general, y el profesor de filosofía Ramón del Castillo, quien ha explorado en profundidad las relaciones entre la música de nueva creación y distintas esferas del pensamiento, la psicología y las ciencias sociales.
Y una pregunta que quizá debería haber estado al principio: ¿cómo definiríais el término “sonología”?
A.B.: Después de dar muchas vueltas con diferentes nombres para el posgrado, nos parecía que el término “sonología” era la mejor denominación para todas aquellas áreas de la creación musical que parten de la materia sonora y su conocimiento, como las ya mencionadas: electroacústica, composición algorítmica, instalaciones sonoras, grabaciones de campo… Además de ello, pensamos que la denominación es apropiada por la asociación con otros centros fuera de España, como el Instituto de Sonología de La Haya, cuyo planteamiento consideramos muy cercano al que queremos crear aquí en Madrid.
En la presentación del posgrado queda claro cómo éste se implica en el ámbito creativo, desde una mirada interdisciplinar. Pero también habláis de su aplicación en otros contextos, como la pedagogía, la interpretación o la musicología. ¿Os proponéis algún enfoque partircular en estos aspectos o su aplicación en estas áreas deberá surgir de la propia práctica creativa?
S.L.: Los recursos teóricos y prácticos impartidos en el posgrado pueden ser enfocados —durante el mismo posgrado- al desarrollo de aplicaciones en distintas disciplinas, y estas aplicaciones pueden formar parte del proyecto personal que los alumnos van a elaborar durante el curso.
A.B.: Lo interesante de la mirada interdisciplinar es también que no únicamente traspasa disciplinas creativas, sino que puede incluir determinadas facetas de otras disciplinas aparentemente no creativas. Por ejemplo, hay instalaciones basadas en el mero fenómeno sonoro que son herramientas fantásticas para la comprensión de lo que es el sonido, y cuya aplicación en la enseñanza de la música puede resultar muy interesante. Lo mismo puede aplicarse al conocimiento de herramientas de análisis sonoro y sus distintas formas de representación (como los sonogramas); para determinados estudios musicológicos puede resultar de gran interés. Queremos decir con ello que, aunque el enfoque fundamental del posgrado sea hacia la creación musical, los conocimientos que se adquieran pueden resultar de gran valía en otras áreas no específicamente creativas.
De la materia que abordáis se deduce que la tecnología debe tener un papel de mucho relieve. ¿Con qué equipamiento contáis para el posgrado? ¿Cómo es el laboratorio del CSKG?
A.B.: Afortunadamente, vivimos en un tiempo en el que la inmensa mayoría del trabajo sobre la materia no requiere una infraestructura gigantesca y exclusiva como en la época de los grandes laboratorios (como el Bell Labs en Estados Unidos, el Estudio de Música Electrónica de la WDR en Alemania o el IRCAM en Francia). Con la evolución y el empequeñecimiento de los ordenadores acaecido en los últimos años, casi podría decirse que uno tiene un laboratorio así, ya no en sólo en casa, sino también en la mochila en la que va el portátil. La tecnología, en su gran mayoría, se ha convertido en software, y los equipamientos que demanda no son tanto los grandes aparatos de los laboratorios del siglo pasado, sino la información y base adecuadas como para que ésta se convierta en un medio al servicio del compositor, y no viceversa.
S.L.: Sí, los requerimientos han cambiado, gran parte del trabajo que antes se realizaba en un estudio de electrónica ahora se realiza de manera privada. Es por esto que para el posgrado pensamos en una equipación que responda a las necesidades actuales, que proporcione las herramientas a las que los estudiantes probablemente no tienen acceso, como es el caso de equipos profesionales de grabación y de escucha.
En la web del CSKG aparecen, además del posgrado, un grado en sonología y un apartado de seminarios sobre esta materia, aunque no nos ha quedado claro si estas propuestas académicas están ya activas. ¿Son estudios todavía en preparación o ya es posible cursar un grado en sonología?
A.B.: Efectivamente, el CSKG también oferta el grado en sonología junto con el resto de especialidades y, como tal, puede cursarse ya este año. Algunas de sus materias son específicas de la especialidad y serían impartidas también por algunos de los docentes que impartiremos el posgrado, y otras son comunes al resto de especialidades. Puede verse un plan de estudios detallado en la web del CSKG.
Respecto a lo que se anuncia como seminarios, la idea es ofrecer la posibilidad de un acercamiento más esporádico a la materia para aquéllos que no puedan cursar el posgrado, y a la vez ofrecer una serie de actividades complementarias para los alumnos del posgrado, tanto por la diversidad de enfoques que se ofrecerían como por la presencia de ponentes invitados para la ocasión.
La amplitud de la materia implicada bajo la denominación “sonología” lleva a pensar en que podría ser tratada transversalmente. Es decir, que en otros estudios que se imparten bajo un grado superior, quizá sería lógico que apareciera en algún momento. ¿Habéis contemplado esta posibilidad? ¿Puede la sonología ser materia transversal, por ejemplo, en composición o en musicología?
S.L.: Sí, definitivamente. Me parece que el conocimiento teórico y práctico de las disciplinas comprendidas por la sonología ya es necesario para los estudiantes del grado de composición y puede ser muy ventajoso para los estudiantes de musicología, por ejemplo, el uso de herramientas de análisis o de visualización de parámetros que comentaba anteriormente Alberto.
¿Y quizá en el contexto interpretativo también?
A.B.: Incluso también para la interpretación es un ámbito altamente interesante. Es evidente que, para un intérprete, las posibilidades de tocar con una orquesta o un grupo grande son mucho menores (y más caras) que hacer un recital con electrónica. La electrónica se convierte, así, en una posibilidad muy directa de ampliación del repertorio de los intérpretes. Con las posibilidades tecnológicas actuales y un conocimiento adecuado del medio, plantear recitales de instrumentos acústicos con electrónica puede llegar a ser algo relativamente sencillo y factible de realizar de forma autónoma por los propios intérpretes.
Finalmente, pensando en que el posgrado posiblemente generará cierta producción artística de los alumnos, ¿habéis pensado en su muestra pública? ¿Se presentarán los trabajos en forma de espectáculo, instalación sonora, etc. en algún espacio concreto?
S.L.: Al final del curso se presentarán las obras realizadas por los alumnos a lo largo del año, las cuales podrán estar en distintos formatos, por ejemplo: cinta (medios fijos), electrónica en tiempo real, música instrumental —con o sin electrónica- e instalaciones.
A.B.: En este sentido es interesante también comentar las posibilidades de colaboración que el CSKG, como centro superior de enseñanza musical, ofrece; no únicamente la posibilidad concreta de que estudiantes de instrumento estrenen obras de los alumnos de sonología, sino también el hecho de que se produzca una interacción en la otra dirección, en aras de esa transversalidad del contenido que antes comentábamos.
S.L.: Estas obras serán presentadas en el concierto de fin de curso, en un lugar todavía por concretar.
Que servirá como colofón, como una forma eficaz de observar los resultados en la práctica creativa…
A.B.: En el fondo, esto viene a ser lo más importante. El subtítulo del posgrado “aplicada a la creación musical” hace precisamente referencia al fin último de nuestro planteamiento: no se trata de estudiar la sonología en sí misma (algo que, por otra parte, sería absolutamente inabarcable en un año), sino de posibilitar su incorporación como medio creativo en la realización de obras concretas. Por tanto, el verdadero objetivo del posgrado es la creación, con todo lo que ello implica: desde la primera toma de contacto con el medio hasta el momento en que las obras se preparan y se presentan en público, pasando por todos los posibles estadios intermedios como la reflexión estética y el paulatino dominio de los procedimientos utilizados.
Información
Katarina Gurska
Centro Superior de Enseñanza Musical
C/ Genil, 13
28002 Madrid
Tel.: +34 91 563 55 55
Fax: +34 91 563 91 25
E-mail: em@katarinagurska.com
Web: http://www.katarinagurska.com
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