Una de las conclusiones que produce la lectura de este libro es que la improvisación libre trasciende de una mera postura hacia la práctica musical para aparecer como una posición estética de primer orden, con todas sus ramificaciones, contrastes y contradicciones. Obviamente, su soporte de pensamiento no podrá nunca compararse al de la música escrita, que ha monopolizado la reflexión a lo largo de los siglos en Occidente, pero los problemas que plantea la improvisación -y no sólo en su origen teórico como corriente constructivista o desde una perspectiva de orden social- se ciernen sobre las bases mismas de la práctica compositiva, poniendo en juego un diálogo crÃtico con ésta y aportando una visión transgresora hacia los modelos más tradicionales, de los que la música escrita no ha podido deshacerse a pesar de todo lo llovido. Pero además, si el lector de este ensayo pertenece al mundo de la composición escrita (como es el caso del que escribe esta reseña), aunque procure tener la mente abierta y haya utilizado en sus obras -fragmentaria o abundantemente- procedimientos donde la interpretación “queda expuesta” a la libertad total o medianamente controlada, la percepción de “estar perdiéndose algo” al no acogerse de manera plena al mundo de la improvisación, puede llegar a ser intensa o incluso provocar una incomodidad productiva. La percepción tiene una lógica evidente, los puntos de partida son muy distintos (no me atreverÃa a decir opuestos, al menos en muchos aspectos), y si tenemos en cuenta la inherente soledad que impone la escritura, una cierta sensación de caÃda al abismo puede surgir fácilmente. Sin embargo, la relación de lo escrito y lo no-escrito es multifacética y puede ser abordada -en muchos aspectos- de manera que resulte compatible o incluso complementaria. Una labor que siempre será individual y que conlleva procesos de adaptación fundamentados en una reflexión profunda en el contexto de cada poética particular.
Improvisación libre: la composición en movimiento, es un libro escrito por la improvisadora, compositora, saxofonista y percusionista Chefa Alonso, que trata la materia a través de la única forma que podrÃa hacerse, en el plano de la comparación, de la puesta sobre el tapete de las similitudes y diferencias, intentando recuperar el valor negado a la improvisación sin degradar en absoluto el de lo escrito. Concluyendo, desde el rigor del texto de investigación, que el rechazo a la primera se debe más al prejuicio ideológico que a un sólido planteamiento de forma o a una poética musical determinada. Porque el texto parte de un presupuesto claro y que irá tomando peso a lo largo de los diferentes capÃtulos: la improvisación libre no puede ser considerada de otra forma que como una vÃa diferente a la música escrita para, en definitiva, llegar al lugar común: la práctica musical creativa. En muchos casos con resultados que se muestran cercanos (podrÃamos decir paradójicamente, dadas las diferencias del punto de partida); incluso indiferenciables en ocasiones. Y es que esta percepción no es nueva. Ya las vanguardias de mediados del siglo XX observaron, al introducir la aleatoriedad en los procedimientos compositivos escritos, que los procesos más controlados (como el serialismo integral) se “igualaban” en su resultado sonoro con los que partÃan de la base de una libertad total o casi total. Con el paso de los años esta paradoja deberÃa haber producido un corpus cientÃfico y de pensamiento lo suficientemente rico para que la improvisación tuviera la consideración y el valor que demostraba la experiencia, pero lo cierto es que no ha sido asÃ, y textos como el que presentamos vienen a contribuir a la conjura de este importante problema para la música. Es posible que una de las razones de mayor peso para que se haya producido la ocultación histórica de la improvisación haya sido la ausencia de ésta en el contexto académico, considerándose casi siempre como una actividad menor respecto a la composición escrita, en vez de una vÃa exploratoria más de un fin único: el valor de lo creativo. En parte por la propia dificultad para su análisis, en parte debido a los numerosos prejuicios que la acompañan, el caso es que el mundo académico ha obviado su valor sistemáticamente.
El libro se estructura en diferentes partes que van abordando los puntos esenciales del tema: una primera parte dedicada al marco teórico y social en el que se despliega la mirada hacia la historia de la composición y de la improvisación, desde el renacimiento hasta el momento actual. En esta misma parte se tratan las habilidades y la práctica en la improvisación, la improvisación y la educación musical, las orquestas de improvisadores, la teorÃa de Attali sobre la composición como improvisación, el nomadismo como metáfora de la improvisación, y la reflexión sobre la improvisación/composición desde la estética y la ética. La segunda parte del libro nos muestra una serie de entrevistas con compositores, improvisadores y otros artistas (Gonzalo Abril, Raquel Sánchez, Llorenç Barber, Mercedes Zavala y Evan Parker), y profundiza, a través del análisis comparativo, en ambas propuestas: composición escrita e improvisación. Finalmente, la tercera parte del libro muestra la experiencia práctica de su autora, pasando por un capÃtulo dedicado a los intrumentos que utiliza, asà como otros dedicados a las formaciones en las que desarrolla su actividad improvisatoria (cuarteto de música y poesÃa Sin Red, Akafree, talleres de improvisación, como el del Aula de Músicas de Madrid), o un trabajo con discapacitados en la residencia Camp de Getafe en el que se aunaban música, poesÃa y danza. Además, el texto está acompañado de un DVD en el que se muestra el trabajo de los diferentes grupos con los que la autora colabora, y que son analizados en la última parte del libro. Un recurso audiovisual muy valioso, que permite la observación directa de los resultados.
En la lectura del ensayo resulta interesante observar que existe, entre las opiniones de compositores convencionales e improvisadores, una mayor facilidad para encontrar similitudes que para observar las diferencias. Y este hecho es muy revelador, ya que pone en la palestra la gran dificultad para romper los prejuicios de raÃz más profunda. Si todos (o casi todos) estamos de acuerdo en que la improvisación debe ser considerada como una vÃa compositiva diferente e igualmente válida que la práctica escrita, con diferencias importantes con esta última, pero también con encuentros y espacios comunes, ¿qué fuerza oculta sigue haciendo difÃcil la convivencia? Por supuesto, las barreras se van rompiendo y afortunadamente ciertas aseveraciones ya no se sostienen o se producen en contextos que casi podrÃamos calificar como “casposos”. Seguramente será la evolución generacional la que pondrá las cosas en su sitio, encontrándose un equilibrio que parece más que necesario. Pero éste no puede llegar si no es a través de la toma de conciencia y el análisis serio de las diversas posiciones y planteamientos. El peligro evidente es que se forje una opinión vacÃa, una visión-ilusión “polÃticamente correcta”, que nos lleve -como en otras tantas cosas en nuestra sociedad actual- a omitir el paso del análisis y la reflexión, y por tanto, cualquier posibilidad de formar una opinión crÃtica de mÃnima validez. El texto de Chefa Alonso propone la vÃa opuesta: analizar para reflexionar, observar de cerca para luego decidir sobre nuestra opción particular. Y esa es probablemente la única forma de observar seriamente un paisaje complejo, que tiene muchas patas y que de ninguna manera se puede despachar pegándole cuatro o cinco tópicos.
Información
Improvisación libre : la composición en movimiento / Chefa Alonso
Gonzalo Abril (prol.)
Dos Acordes, 2008
ISBN: 978-84-933880-4-1
Precio: 24 EUR
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