Improvisación electroacústica: Electric Lanscapes With Pigs & Piano

Edith Alonso y Antony Maubert acaban de estrenar su primer álbum de improvisación, primera entrega de un proyecto más amplio denominado “Electric Landscapes of Rebellion”. El álbum se distribuye en formato audio en descarga gratuita, con licencia Creative Commons.

B20110315_electric-landscapes-with-pigs-pianoajo el título Electric Lanscapes With Pigs & Piano se presenta el primer álbum del dúo formado por los compositores  Antony Maubert y Edith Alonso, que se estrenó el 18 de febrero en el netlabel petcord.com, y que forma parte de un proyecto más amplio denominado Electric Landscapes of Rebellion.  El álbum se ha publicado en desgarga gratuita desde la web petcord.com, donde se pueden también escuchar fragmentos del registro discográfico editado por Campo de Interferencias, el proyecto que desde 2007 engloba la colaboración entre Antony Maubert y Edith Alonso.

Los dos músicos provienen de España y de Francia y compaginan su actividad como improvisadores con la composición de música instrumental y electroacústica, la creación de instalaciones sonoras, así como trabajos en contextos multidisciplinares con bailarines, actores, poetas, etc.

Se constituyeron como dúo de improvisación electroacústica experimental hace tres años. Desde entonces han realizado giras por Francia, España, Países Bajos, Irlanda, y México; y han colaborado con numerosos improvisadores de la escena actual. Comenzaron realizando conciertos de “circuit bending” en los que utilizaban aparatos electrónicos construidos por ellos mismos. Sin embargo, en el álbum que reseñamos en este artículo el ordenador es el verdadero protagonista “instrumental”, donde se propone una música electrónica abstracta basada en la improvisación experimental. No obstante, la manera de tocar sigue siendo orgánica. El gesto y el contacto físico tienen la misma importancia que cuando modificaban los circuitos o utilizaban objetos. Por otra parte, sus improvisaciones no se pueden encuadrar dentro de una categoría concreta -ya de por sí en un contexto donde la categorización resulta siempre difusa-, con una propuesta que intenta cruzar las fronteras de lo que habitualmente se entiende por paisaje sonoro, el arte radiofónico o la música electrónica.

El nombre de este proyecto, Electric Landscapes of Rebellion, proviene de la asociación a la que nos referíamos al inicio del artículo, Campo de interferencias. Al hablar de “interferencias” la intención es la de enfatizar la tendencia a usar sonidos distorsionados y señales sobre-procesadas como una parte sustancial de la música electroacústica. Al mismo tiempo, “interferencia” también significa los trastornos de un orden establecido, como en cualquier tipo de rebelión.

Electric Landscapes of Rebellion es un proyecto que se concibe a largo plazo y es por ello que el dúo tiene la intención de lanzar varios álbumes, siendo el primero el que reseñamos. El álbum se compone de una serie de improvisaciones que mezclan sonidos construidos mediante síntesis digital y otros que provienen de grabaciones de campo. En cada improvisación los sonidos deconstruyen sus propios espacios para proponer semejanzas surrealistas a lo largo de cuatro piezas. Cada una de ellas articula las imágenes metafóricas de unos cerdos y un piano. Sin embargo, este ambiente rural de los cerdos unido al sonido de alguien tocando el piano (en diferentes estilos: desde un principiante que toca barroco hasta un piano más contemporáneo al final del álbum), contrasta con otras figuras más abrasivas que generan unos paisajes sonoros propios.

Un elemento recurrente en las cuatro piezas que componen el álbum es la deconstrucción de las atmósferas que se van creando y de la familiaridad que surge alrededor de ellas. Así, pequeños fragmentos se desgarran y se unen de diferentes maneras a través de figuras que se van desarrollando.

En Electric Landscapes with pigs and piano los contrastes dinámicos varían del silencio a un ruido violento, e incluso los sonidos característicos van desde drones sordos y graves hasta frecuencias agudas penetrantes. La única constante que se puede esperar es precisamente el inesperado cambio y su integración en previas fases de sonidos, hasta que finalmente, un descanso hiperactivo sin disolución combina en una sola entidad todos los espacios virtuales creados.

Según sus autores, estas piezas llevan también implícita una visión crítica de la sociedad actual. Los cerdos y el piano son una metáfora de lo que es sucio y de lo que es limpio en nuestra sociedad, del discurso alternativo y del discurso legítimo y de cómo estas imágenes se desarrollan y entrecruzan a lo largo de las cuatro piezas. De aquí se pueden extraer implicaciones políticas, como por ejemplo, en la improvisación numero 3 donde trabajan con discursos de hombres políticos.

Destaca el propósito no comercial del proyecto de Antony Maubert y Edith Alonso, que viene a demostrar que la creación actual está inmersa en un contexto poliédrico -con planteamientos de base no siempre bien entendidos-, en el que cada vez es más frecuente encontrar propuestas en las que el artista se convierte en el gestor de su producción, a la vez que lanza una apelación claramente política, en este caso en favor de una cultura accesible a todos y desvinculada de cualquier limitación impuesta por el mercado. Indudablemente vivimos en un tiempo en el que nadie debería permiterse hacer oídos sordos a propuestas que van ganando su sitio gracias a la propia potencialidad del medio en el que se mueven, que por otra parte, es el que define nuestro tiempo.

Información

Electric Landscapes of Rebellion – Electric Landscapes with Pigs & Piano
Campo de Interferencias (Antony Maubert y Edith Alonso)

01. I [18'30"]
02. II [16'33"]
03. III [6'45"]
04. IV [12'39"]

Ref: pc0211-01
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Referencias

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