El pasado lunes 19 de abril falleció el compositor catalán Francesc Taverna-Bech (Barcelona, 1932-2010), precisamente el dÃa en que cumplÃa 78 años. Autor de una voluminosa producción para todo tipo de formaciones, Taverna-Bech se inscribe en esa generación de músicos catalanes que creció en el contexto de la posguerra y que pertenece a un grupo estético de siempre difÃcil definición (hecho que ocurre también con muchos autores de otros puntos de la geografÃa española), portador de la tradición y consciente de los planteamientos de la vanguardia, motor del tiempo en el que se desarrolla su labor compositiva. Después de un perÃodo muy vinculado a la tradición y que abarca de 1953 a 1968, a partir de 1973 se va definiendo su personalidad musical en coincidencia con el conocimiento y experimentación con los nuevos lenguajes, etapa en la que su relación personal con Joan Guinjoan juega un papel decisivo en su decisión de enfocar definitivamente su actividad musical hacia la creación. Compositor que algunos califican de “humilde” (quizá porque sus obras no aparecen tanto como las de otros en los circuitos más renombrados), lo cierto es que su carácter tÃmido y su poca propensión a la aparición pública contribuyen a un cierto desconocimiento de su obra, como tantas veces ocurre con los autores que habitan en un cÃrculo pequeño e Ãntimo, sin grandes aspiraciones mediáticas. Su lenguaje y su poética beben de fuentes tan diversas como Ravel, Webern, Bartók o Stravinsky, y especialmente con la vÃa más afÃn y cercana de un Mompou o un Joaquim Homs (su suegro), en ese “estilo” en el que lo poético permite esa mezcla de nostalgia, soledad y deseo de transmitir una particular expresión de lo Ãntimo, que caracteriza a muchos autores mediterraneos.
Publicado por el Departament de Cultura de la Generalitat catalana, su amigo y crÃtico musical Jordi Maluquer -con la colaboración de Josep LluÃs Guzmán Antich- le dedicó una biografÃa en 2003. Poco antes, en 2001, la Orquestra Simfònica de Barcelona (OBC) estrenó su obra orquestal Les Nits, programándola en alguna otra ocasión. Una de las últimas veces en que se pudo escuchar su música fue en el estreno de del Caprici nº 2 per a piano i vents, a cargo de la Banda Municipal de Barcelona. También existen unos cuantos registros discográficos en los que aparece su música, asà como sus partituras, publicadas por Tritó, PERIFERIA Music, Amalgama o Boileau.
Otra faceta destacable de Taverna-Bech es su intensa actividad como crÃtico musical, en la que ejerció de observador de otros, en publicaciones como Serrra d’Or, Revista de Catalunya, Revista Musical Catalana, El Correo Catalán, Destino, Barcelona Metrópolis, etc., colaborando también en la publicación del catalogo de la exposición “Barcelona Creació” (Yokohama, 1990) o participando en programas de radio y televisión.
Sirva el siguiente vÃdeo del pianista Diego Fernández Magdaleno como homenaje y contribución al conocimiento de su música, en este caso de su pieza pianÃstica Impromptu, interpretada por Magdaleno en el homenaje a Ramón Barce -otra desaparición reciente-, que tuvo lugar en el CÃrculo de Bellas Artes de Madrid en septiembre de 2008.
Referencias
- BiografÃa en la Wikipedia
- BiografÃa en el Centro de Investigación de la Guitarra Clásica en Cataluña
- ArtÃculo de Jorge de Persia en La Vanguardia (19/4/2010)
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